domingo, 20 de marzo de 2011

Formación de la personalidad- José Luis Diez Pascual

Para la madurez afectiva es también muy importante el ambiente en el que se educa. Si el ambiente es de cariño y aceptación, la persona asimila los criterios sobre el bien y el mal. Si lo que hay es temor en la infancia, no se asimilan los valores; y al llegar a la adolescencia aparece la rebelión de una forma exagerada. La falta de cariño produce inseguridad y un sentimiento de minusvalía. Unida a la inseguridad surge la angustia.
La personalidad madura se consigue por un adecuado desarrollo de la inteligencia y la voluntad. Este proceso dura toda la vida. Siempre habrá que vencer los estados de ánimo o evitar la pereza. Si por medio de la inteligencia y la voluntad conocemos nuestros estados de ánimo, podremos controlar su desarrollo y evitaremos un sin fin de problemas.

Rasgos de la personalidad inmadura.

De la falta de valoración y aceptación, surgen las personalidades inmaduras. Todas ellas tienen en común la inseguridad. Esta inseguridad tiene los siguientes rasgos:
  • Sentimiento de inferioridad. Esto hace que las personas se comparen con los demás y que tiendan a ver lo negativo.
  • Angustia y nerviosismo.
  • Perfeccionismo.
  • Rigidez. La inseguridad lleva a aprender pocas cosas y a hacerlas constantemente, porque es lo que cada persona domina. Esta conducta puede provocar conflictos con los demás, ya que los demás tienen otras formas de actuar o de pensar.
  • Pesimismo: Miedo a equivocarse.
  • Inseguridad que conduce a la duda y a la indecisión. Los inmaduros dependen siempre de alguien o de las innumerables metas que se van marcando.
  • Obsesivos. Como estas personas “no pueden cometer fallos”, lo planean todo.
  • Elevada autoexigencia.
  • Extroversión. Las personas inseguras se vuelven hacia los demás, pero no se conocen.
  •  El más mínimo contratiempo les hunde.
  • Inestabilidad de ánimo.
  • Respuestas emocionales desmesuradas.
  • Susceptibilidad.
Como consecuencia de todo ello pueden aparecer obsesiones, depresiones, fobias y angustia.

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